En el cementerio de la Almudena, junto a J.L., mi Mentor, quien iba vestido de blanco, estábamos ante la tumba del profesor Jiménez del Oso. Me quité los guantes para tocar la lápida. Sin previo aviso, el Mentor (ahora en traje negro) tocó mi hombro y dijo: "Ven, vamos a hacer el Mulhacén".
De inmediato, mi cuerpo mental fue trasladado a la Sierra Nevada, donde, desde cierto ángulo y bajo ciertas condiciones de luz, la montaña parece un monstruo dormido. Su contorno, vagamente antropoide, tenía picos que se alzaban como tentáculos de un pulpo, una superficie escamosa y formaciones rocosas que se extendían como alas estrechas y largas.
Dentro de una cámara secreta en la montaña, llamada "El Cuarto de los Espejos", el aire era denso, cargado de incienso y murmullos. Los Cultistas, vestidos con túnicas oscuras y capuchas que impedían ver sus rostros, formaban un círculo alrededor de un altar tallado con runas que no reconocí. El Mentor me guió hacia un sarcófago entreabierto, donde me esperaba la ceremonia de iniciación. "Hoy nacerás de nuevo", susurró.
Los cánticos en lenguas desconocidas resonaban en las paredes de piedra. Los Cultistas se descubrieron el rostro. Todos tenían mi cara.
La Noche de los 10.000 es un momento único, cuando el velo entre los mundos se desvanece y aquellos destinados a portar dones especiales son marcados. Sin saber cómo, tomé posesión del sarcófago. Un frío me atravesó el alma. Cerraron la tapa y quedé indefensa en la oscuridad durante siglos. No recuerdo mucho después de eso, solo mi propia voz murmurando: "Verás lo que otros no pueden".
—¡Ferina! ¡Ferina! —Los gritos angustiados de la entidad vestida de blanco me sacaron del trance y del rapto—. ¿Qué viste?
—Al tocar la lápida de Jimenez, miles de imágenes inundaron mi mente. Pude ver su vida, sus alegrías, sus penas, sus secretos; todo se desplegó ante mí como un libro abierto. Solo que, esta vez, sus recuerdos, de algún modo, se mezclaron con los míos y no podía diferenciar claramente qué era de él y qué de mí.
Mi Mentor me observó en silencio y dijo:
—Obviamente, el profesor no era un simple maestrillo de escuela. Esta tumba está protegida por una tecnología que no es usual en esta parte de la galaxia. Sea quien sea que esté detrás de esto, conoce tus habilidades y también ha visto aquello que te fue revelado. Esta es mi voz de advertencia: en adelante, ten cuidado con lo que tocas... algunos muertos no quieren ser recordados.
Neuriwoman en "Cada jueves un Relato", nos invita a crear una historia en donde se evoque un viaje, real o ficticio, en la Tierra o en las estrellas, o un viaje iniciático. Para ver completos los detalles de la convocatoria seguir este enlace
Singladura a una Montaña llamada Cthulhu
En el cementerio de la Almudena, junto a J.L., mi Mentor, quien iba vestido de blanco, estábamos ante la tumba del profesor Jiménez del Oso....
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Hola Lucila, un relato impresionante con esa atmósfera inquietante que nos invita a cuestionar los límites de nuestra realidad y la conciencia, todo mientras nos invitas a acompañarte a ese viaje hacia lo desconocido y que parece también peligroso. Me ha parecido muy acertado ese conocimiento prohibido y como abres las fronteras entre los dos mundos, lo vivo y lo muerto.
ReplyDeleteAl moverte entre realidades distintas, nos generas una sensación de desconcierto y extrañeza. La progresión entre lo mundano (la tumba) y lo extraordinario (la ceremonia de iniciación) es vertiginosa, y nos mantiene en suspense. Y traer de nuevo a nuestra memoria al profesor Jimenez del Oso, es todo un puntazo para los que veían sus programas en aquella época. Por todo ello, te felicito y agradezco tu participación. Feliz semana
Jimenez del Oso..... ja, casi lo habia olvidado pero si se quien es JL, tambien por la misma linea. Interesante habilidad que pones la mano en una tumba y "lees" la vida del ocupante.... nada mal. Y ahora que lo mencionas el Kraken tiene aire de famila a Cthulhu, el coqueteo al estilo de Lovecraft es mas que bienvenido.
ReplyDeleteMezcla de realidad con ficción, de referencias a distintos fantásticos autores -Lovecraft, Jimenez del Oso- y escenarios reales con otros sacados de una fabulosa imaginación, me ha encantado este viaje tan mágico.
ReplyDeleteQue no está muerto lo que yace eternamente, y con el paso de los eones incluso la muerte podría morir.
ReplyDeleteMe gusta como lograste una atmósfera digna de Lovecraft, como el peligro de contactarse con ciertos misterios.
Besos.
Buenas, me has dejado perpleja,muy bueno tú relato
ReplyDeleteJiménez del Oso, fue toda una eminencia en lo esotérico y ovnis
Le seguía en su revista y cuando salía en TV y sobre todo programas de radio.
Tú viaje ha sido astral y los poderes a veces más que un fin don un castigo.
Te felicito por llevarnos al misterio y descubrimiento de que puede haber en el más Allá.
Un abrazo, feliz martes.
Impresionante y mágico relato, me encantó, un vieja hacia otra dimensión.
ReplyDeleteMe encantó esa frase final de que algunos muertos no quieren ser recordados, muy buen aporte a este desafío.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Leerte ya ha sido un magnífico viaje a tan envolvente escenario, y a esa línea divisoria de un mundo y otro que tanto nos atrae, a la vez que nos crea temor y desasosiego. Y, como muy bien cierras tu historia, quizás ellos, los del otro lado, no desean que se les recuerde…
ReplyDeleteBuen guiño y mención de Lovecraft y Jiménez del Oso.
Un abrazo 💙
Vaya con el profesor! Es todo un viaje al más allá! Entre lo onírico y lo espiritual! Muy inquietante! Un abrazote!
ReplyDeleteDesde luego no se me hubiera ocurrido tocar ninguna tumba, pero de ahora en adelante, menos.
ReplyDeleteHas logrado erizarme los pelos de la nuca jaja. Muy buen relato. Lucila. Un abrazo
ReplyDeleteHola Lucila, un guiño a Lovecraft con el Cthulhu, un viaje mágico y de terror.
ReplyDeleteMuy buen relato.
Un saludo!
Un viaje maravilloso a otra dimensión que pone un poco los pelos de puntas...A mí el más allá me da mucho respeto. Enhorabuena por esta aportación. Un abraoz!
ReplyDeletelady_p