La Almirante Nelson me había mandado llamar, eso siempre significa problemas muy serios, únicamente me animaba ir a su oficina el tener la oportunidad de ver al nuevo secretario de Nelson, el grumete Kowalsky, que se me apetece muy guapo y estoy segura, no le soy indiferente.
— Capitan Crane, ¿Dígame, qué sabe usted de los platos voladores?
— Almirante, sé que la gente ve muchas cosas que no existen, podrían ser globos meteorológicos o las auroras o incluso alucinaciones y los clásicos relatos de mujercitas verdes contados por chicas borrachas. Desde que lanzamos la bomba a las Japonesas han estado apareciendo con más frecuencia que antes.
— Tiene usted razón, es por ello que La Secretaria Kissinger ha pedido al SeaView que usted misma vaya en la batisfera a estas coordenadas, en donde se sospecha se encuentra hundido en lo profundo del mar uno de esos platos voladores.
— ¿Qué ocurre, la Presidente Nixon aún insiste en ir a la luna?
— Es posible, ella insiste en ganarle la carrera a las Rusas.
— Según esas coordenadas se debe tratar de un sitio bastante profundo, deben ser al menos 8 o 9 kilómetros.
— Así es, en razón de ello solamente podemos bajar por unos dos minutos y volveríamos de inmediato a subir a la superficie a fin de que no muera usted aplastada por la brutal presión.
Hice tal cual me dijeron, baje, vi el objeto enterrado en lo profundo del océano y volví a subir.
— Muy bien Crane, ¿qué vio usted? — gruñó la Almirante a mi regreso.
— Efectivamente, hay uno de esos platos volantes, probablemente al ingresar a la atmósfera la piloto debió haber perdido el control y terminó estrellándose en el fondo del mar.
— ¿Había señal alguna de las tripulantes?
— No lo creo, parece el accidente debió haber ocurrido hace más de 9000 años.
— ¿Qué tamaño tiene?
— Debe ser una estructura de al menos 100 metros de diámetro por unos 30 de alto.
— Nuestras científicas se encargarán de estudiarlo.
— ¿Científicas? Es mejor que la Presidente vaya preparando un equipo de constructoras.
— ¿Por qué lo dice?
— El plato volador está hecho de cemento sólido, hormigón reforzado en su gran mayoría.
El blog La Trastienda del Pecado convoca a escribir un relato de 350 palabras acerca de una ciudad hundida en el fondo del mar, pero se debe incluir un giro imprevisto en la trama.