Hector Troya no entendía cómo una Numeróloga y Alquimista Empresarial ciega iba a aclarar el lío del asesinato de su tío Aquiles. Pero si el Jefe de Policía la había recomendado como la única capaz de desentrañar el misterio, algo sabría. Según él, había formado parte de "los 10.000". Ahora bien, lo que no terminaba de cuadrarle a Hector era la "oficina" de la dama: rollos de papiro, animales disecados, olor de incienso, muñecos de vudú repletos de alfileres, estatuas de minotauras, fetos en botellas.... Más que una agencia de profesionales, parecía un museo macabro.
—Adelante, señor Troya. ¿Trajo objetos de la escena del crimen? —dijo Pluvia Mayrit con una voz tranquila, pero firme.
—Un portarretratos, unas flores marchitas y ... umh ... el vestido y los zapatos rojos que llevaba mi tío cuando le encontraron —respondió él, algo titubeante.
—Bien, aunque unos cabellos ayudarían.
—El Jefe me dio una bolsita con algunos, junto con una copa de vino.
—Perfecto. ¿Y la foto del lugar?
—Aquí está. Si quiere, se la describo.
—No hace falta. Deposite todo en aquel caldero encendido.
Hector, con una ceja levantada, obedeció. Fue dejando los objetos, uno tras otro, en el caldero donde una agua verdosa borboteaba de forma inquietante. Pluvia esparció un polvo brillante en el liquido y comenzó a recitar unas palabras de un idioma antiguo y olvidado.
San Valentin, San Valentin
Per tenebras ad veritatem
revela quod occultum est
De repente, la mujer cayó al suelo, puso los ojos en blanco, convulsionó y empezó a babear.
Hector, al borde de perder la paciencia, estuvo a punto de soltar un "¡vaya timo!" y largarse, pero Pluvia, sin incorporarse, dijo con una claridad pasmosa:
—Señor Troya, mire al caldero. ¿Qué ve?
Con escepticismo, Hector se dignó a mirar. Y lo que vio le heló el alma.
—¡Es Don Patroclo Micenas!... el socio de mi tío.
—Ahí tiene usted a uno de los asesinos, falta el complice, eso será asunto de otra sesión. En una semana recibirá la factura en su domicilio por mis servicios de hoy. Podrá pagarme a 90 días, en tres contados. Le deseo que pase un buen día, señor Troya.
Neogeminis para los encuentros de Cada Jueves un Relato, propone lo siguiente:
"Desarrollar historias surgidas a partir de lo que vean e imaginen en alguna de las siguientes imágenes. En cada una he intentado resumir las pistas con las que un eventual investigador se encontraría al revisar cada Escena del Crimen, dando pie a la historia que se les ocurra como antelación a ese desenlace trágico."
Para el reto he escogido la foto número 1
SERIE LOS 10.000
La Señal
Eran las tres de la mañana cuando recibí la llamada de la Jefa. Soy de ese tipo de personas a las que buscan cuando todo se va al garete y...

Una sesión por día o se nos descompone la medium y hay que reiniciarla.
ReplyDeleteme quedan muchas dudas, por ejemplo si la dama es o no un detective, o si es una bruja que le colabora a la policia como vidente. Tampoco es claro si esta jugandole engatusando al pobre Hector, o si todo es real. Muy entretenido de leer con final de humor acido. Me agrado!
ReplyDeleteMe gustó como lo llevaste un texto donde a momentos que no sabes si salir corriendo echarse a reír.
ReplyDeleteUn saludo, feliz finde.
Esa foto no fue muy usada, creo que fuiste la primera.
ReplyDeleteY lo hiciste muy bien. Héctor, Aquiles, curiosos esos nombres. Muy de mitos.
Como la adivina ciega, que recuerda a Tiresias.
Si realmente materializó la foto del asesino, merece que le paguen.
Besos.
La mezcla de lo paranormal con la investigación de un asesinato atrapa desde el inicio. Me llama la atención el ambiente extraño y siniestro que rodea a la numeróloga, lo que genera una atmósfera de misterio y desconfianza. Aunque el protagonista parece escéptico al principio, la escena final, con la revelación inesperada en el caldero, lo deja sorprendido, lo que refleja el giro sorprendente de la trama. Me parece un relato original que juega bien con la tensión y el suspense, superando el reto con creces. Un abrazo
ReplyDeleteEstupendo y original aporte para este reto de crimenes e investigaciones, que, en este caso, fue llevada a delante por un método nada ortodoxo: la adivinación! Muchas gracias por suamarte, Lucy. Un abrazo
ReplyDeleteSi el muerto era el tío Aquiles, Héctor troya es sin duda, el verdadero nombre de " el capitán Tan". El final parece una novela por entregas el final la semana que viene previo pla pago claro. el final la semana que viene previo pago claro. Alquimista y numeróloga no sé, pero empresarial, ya te digo...
ReplyDeleteAbrazooo
Muy bien narrado con esos diálogos que marcan la diferencia con el relato en tercera persona. Además de ser el único que he visto narrado a partir de esa fotografía. Feliz fin de semana
ReplyDeleteLa le dio un nombre esta alquimista y por lo que veo va a seguir recaudando dinero pues aún falta el nombre del cómplice.
ReplyDeleteUna manera diferente de encontrar a un asesino. Muy original tu historia, me gusto mucho.
Un abrazo.
PATRICIA F.
Nada peor que tener "socios" en algún negocio. Todo hay que hacerlo solo. Si sale bien, los beneficios son todos para uno, y si sale mal, nadie se quejará.
ReplyDeleteSaludos,
J.
Muy buen relato, una buena fusión entre lo paranormal y la investigación del asesinato, muy bien desarrollado Lucy.
ReplyDeleteUn saludo!
Buenísimo. Y no dista mucho de la realidad en cuanto a la colaboración de algún tipo de método “paranormal” para resolver algunos casos.
ReplyDeleteMe encanta el giro sorpresivo que da. Capta la atención desde el principio por el misterio de sus métodos, y termina desvelándose con cierto toque de humor que deja un muy buen sabor de boca.
Me ha encantado, Lucy.
Un abrazo, y muy feliz semana 💙
¡Tu universo de pasión helénica está presente en el relato policial! En cuanto a nombres, cosas que menciona la numeróloga, etc. ¡¡¡De lejos se advierte que el marchamo de este buen texto pertenece a tu mente, es para estar orgullosa!!! Y por supuesto, algo que me hizo FELIZ, fue ver aparecer fórmulas en Latín!!!!!!! 🎓
ReplyDeleteVeo que San Valentín es un santo multiusos.
ReplyDeleteIgual es ViceDios en el cielo...
Saludos.
Hola Lucy, he querido retroceder en fechas y comentar este relato que no comenté en su día porque no participé en el reto. ¡Vaya joyita de microrrelato! Este texto crea una intriga y atmósfera sorprendentes para tan pocas líneas, perfecto para los amantes de la novela negra con un giro sobrenatural. Te metes de lleno en un ambiente inquietante, con esa oficina de Pluvia Mayrit que parece sacada de un cruce entre un bazar esotérico y una pesadilla gótica: papiros, fetos en botellas, muñecos vudú... ¡Pura vibra macabra! La descripción es tan vívida que casi huelo el incienso y siento el escalofrío.
ReplyDeleteEl personaje de Pluvia, esa Numeróloga y Alquimista Empresarial ciega, es un acierto: misteriosa, segura de sí misma y con un punto excéntrico que la hace memorable. El contraste con Héctor, escéptico y al borde de mandar todo al carajo, da un toque de humor que aligera la tensión sin romperla. El ritual con el caldero y el cántico en latín (¡ese “Per tenebras ad veritatem” me ha encantado!) mete un giro sobrenatural que, aunque arriesgado, funciona porque no se explica de más, dejando que la imaginación del lector rellene los huecos.
El clímax, con la visión de Don Patroclo Micenas en el caldero, es impactante y mantiene el suspense al insinuar un cómplice sin cerrar la historia. Y el remate, con Pluvia hablando de facturas y plazos como si nada, es un guiño irónico que grita novela negra moderna: hasta los místicos tienen que pagar las facturas. En tan pocas palabras creas un mundo, un misterio y unos personajes que te atrapan.
Te felicito.